Pueblos
Los pueblos búlgaros son famosos por sus bellos entornos naturales y sus hospitalarios habitantes.
En muchos de ellos se ha desarrollado con éxito el turismo de pueblo, que ofrece la oportunidad de conocer el estilo de vida y la cultura búlgara, disfrutar de las tradiciones y costumbres búlgaras y degustar platos búlgaros preparados según recetas ancestrales.
Todos los pueblos búlgaros pueden presumir de su rico acervo de historias y leyendas interesantes. Los visitantes pueden beneficiarse del contacto vigorizante con la naturaleza, la relajación y la comida sana, al tiempo que recogen la sabiduría del pueblo. ¿Quién no se sentiría animado al despertarse con el trinar de los pájaros; al desayunar una banitsa recién salida del horno de la casa, con una guarnición de yogur casero; al dar un paseo a caballo por el bosque; y al relajarse con una humeante taza de té de hierbas junto a la chimenea de una tarde de campo?
Algunos de los pueblos búlgaros más bonitos están enclavados en los montes Ródope: Gela, Shiroka Laka, Momchilovtsi, Orehovo, Smilyan, Arda, Dolen, Leshten, Kovachevitsa, Pletena, entre muchos otros.
También hay muchos pueblos pintorescos en los Montes Balcanes: Bozhentsi, Ribaritsa, Zheravna, Oreshak, Medven, Skandalo, Elena, Etrapole y Teteven son sólo algunos de ellos. El pueblo de Arbanasi, cerca de Veliko Tarnovo, un refugio para la gente acomodada, es a la vez un lugar encantador para relajarse y un punto de partida perfecto para excursiones de un día.
Otro tipo de encanto aguarda a los visitantes de los pueblos de la costa del Mar Negro, ya que pueden combinar la diversión veraniega con la visita a lugares de recreo como Durankulak, Krapets, Tyulenovo, Kamen Bryag, Balgarevo, Shkorpilovtsi, Lozenets, Varvara, Sinemorets y Rezovo, en la frontera con Turquía.
Para conocer la belleza de las montañas de Rila, los visitantes pueden pasar un buen rato en algunas de sus pequeñas ciudades, como Govedartsi, Beli Iskar, Mala Tsarkva o Dobarsko.
En los pueblos de Strandzha, Balgari, Kosti, Brashlyan y Mladezhko, también se pueden encontrar alojamientos, y quienes visiten Strandzha a principios de junio podrán observar el antiguo ritual del nestinarstvo, que consiste en bailar sobre las brasas.
